A ver
quian se traga este post, que no he puesto ni una mísera foto.
Muchas
veces la gente que quiere saber sobre
Loop me pregunta esto: ¿Es seguro? ¿Puede alguien mandarte un bolo a distancia
y dejarte KO? La respuesta que yo quiero dar es SÍ (es seguro), pero la que
normalmente doy (llena de irritación) es NO.
En
primer lugar, Loop se crea con bombas que son antiguas ya. Recuerden lo que ya
les expliqué sobre cómo Medtronic había puesto en marcha sistemas que no
permitían piratear sus bombas en un cierto momento. Este sistema sólo funciona si el software es
lo suficientemente antiguo para ser haqueable, y una bomba antigua puede
conllevar problemas de malfuncionamiento. En las instrucciones de OpenAPS/Loop
recomiendan hacer tests con las bombas antes de usarlas en el propio cuerpo. Yo
puse la mía en marcha con agua durante una semana; ponía bolos, vigilaba que la
gota de agua estuviera allí cuando volviera de trabajar, etc. No es que tengan
que hacerlo una semana completa, pero sí es bueno probar que la bomba funciona
en condiciones antes de tirarse al tajo.
Lo
segundo que hay que tener en cuenta es que si usted puede piratear la bomba,
también puede hacerlo otra persona. Claro que para matarlo a usted con un bolo
a traición tendrían que leerse las instrucciones, hacerse con el material
necesario, instalar la app, crearse la cuenta de Apple developer, averiguar el
número de serie de su bomba, de su transmisor, etc. Quizás les saliera más
rentable matarlos con cianuro en el cafelito de media mañana que lograr mandar
ese bolo traicionero. Y aquí dejo esto para pensar un rato.
El
sistema tiene mecanismos de seguridad. Hay que dar un número límite para
basales temporales. En las instrucciones incluso recomiendan cuál debe ser en
base a las basales establecidas. Mi número es 3,9 y pocas veces llego hasta
ahí. Ese número hará que el páncreas nunca pueda sobrepasar esas unidades por
hora para las glucemias previstas. Mi número límite empezó mucho más bajo y fui
aumentándolo según vi cómo funcionaba el cotarro.
Otro
número límite de importancia es el del tope de bolo que se permite poner. Ya
les he contado que los bolos se ponen desde el teléfono, y a veces los dedos
van más rápidos que la mente y en lugar de 2.7 unidades, va una y se marca un 277 que podría dejarla seca. Mi
Loop no me dejaría nunca poner una cantidad así de insulina, porque yo tengo mi
límite de bolo en 4 unidades. Muy pocas veces me pongo tanta insulina, pero si
por error marcase ese número, podría contrarrestar la hipoglucemia consiguiente
sin mucho jaleo. Yo solita en mi casa, sin bomberos, ambulancias, drogas, ni
rock and roll.
Otro
problema de seguridad es el que se relaciona con la fiabilidad de los sensores.
Y aquí cada maestrillo tiene su librillo.
Yo, por ejemplo reniego de los sensores de Medtronic que me parecen una
patata muy grande. Creo que son poco precisos y que al final uno sólo los
quiere para hacerse cuarenta y cinco capilares diarios por poner en duda todas
las alarmas que te da. También les digo que en mi grupo de colegas
páncreasartificialeros, soy la única que no usa sensores de Medtronic y los
demás no están descontentos. Yo sólo les cuento que el mío lo calibro una vez
al día como mucho y el resto del tiempo clava las glucemias como un campeón. Y
cada cual que encuentre lo que mejor le viene.
Pues
como decía, el asunto del sensor es vital, porque Loop pone insulina o deja de
poner en función de lo que el sensor marque. También lo son otros incidentes
propios de todas las bombas. Si un sensor falla, el páncreas falla, si un catéter
se obstruye, el páncreas deja de poner insulina en condiciones, si no se tiene
pila de recambio para la bomba cuando ésta se ha terminado, pues uno se queda
sin insulina. Otros problemas que se me ocurren: si uno no tiene un recambio de
catéter y se le engancha el que lleva con una puerta, chungo; si se te acaba la insulina en la
oficina y no tienes una botellita de repuesto, malo… Todos estos problemas,
como ya saben todos por aquí son intrínsecos a la Diabetes y yo me enorgullezco
(o no) de haberlos vivido todos. El Bra, siempre sabio y previsor, me dice que
ya está bien de vivir al límite y me ha comprado una mini-nevera para tener en
mi oficina una pluma de Novolog y otra de Levemir por si las moscas. También me
ha hecho un kit con recambios de bomba, pilas y glucagón para tener en la
Universidad. Este hawaiiano mío vale su peso en oro.