Sunday, December 25, 2016

Post 23. Una semana de vacaciones en Hawaii, el control del descontrol

Llevo aquí una semana ya. El primer día después de haber llegado, fuimos a la costa norte de la isla porque iba a tener lugar el último día de la copa mundial de surf. Yo me quité la bomba del páncreas artificial y me puse la Omnipod en previsión de un día en bañador y con ropa mojada. Mi marido y mis hijos surfean, y yo siento la necesidad de estar siempre preparada en la orilla en caso de tener que saltar, cual vigilante de la playa, a rescatar a cualquiera de ellos. Esta bomba sumergible me da la seguridad de saber que si tengo que tirarme, al menos no me cargaré un aparatejo tan difícil de conseguir.
La Omnipod hizo su trabajo en cuanto a darme la libertad de andar por ahí sin preocuparme de arena o agua, pero eché de menos el control milimétrico de mi páncreas, la posibilidad de mirar sin tener que actuar. Desde el 22 de octubre he estado utilizando un páncreas artificial, y ahora que ya confío en el sistema siento que no quiero volver atrás. Mi gemelo llama a esto la adicción al páncreas y tiene muchísima razón. Con Loop apago las alarmas; sé que estoy sobre 140, pero dejo actuar al sistema; voy para abajo, pero sé que frenaré en 110... No es fácil volver a vivir con Diabetes tipo 1 cuando una lleva ya casi tres meses de Diabetes 0,5. El arreglo del problema es fácil sin embargo: llegué a casa por la tarde, me quité la Omnipod y me conecté a mi páncreas de nuevo, y Santas Pascuas.
Mi reto ahora consiste en proteger toda la cacharrería del agua salada, del agua de lluvia, de la arena y de la humedad. En Hawaii llueve a mares durante tres minutos por lo menos 6 ó 7 veces al día. Llevo cuatro mañanas corriendo y cuatro veces en las que me ha caído una tormenta brutal que ha durado esos dos minutos, pero me ha calado hasta los huesos según volvía a casa. He optado por llevarlo todo siempre dentro de una bolsa de plástico que puede cerrarse completamente, con un gel de sílice. Cuando cae el chaparrón, me desconecto la bomba, la suspendo y lo dejo todo cerrado en la bolsa.... y de momento todo resiste.

Otro problema que he tenido es ya un viejo conocido: el descontrol de las vacaciones. El mejor amigo de la Diabetes, por lo menos de la mía, es la rutina, y salir de vacaciones implica romper con la repetición de la vida diaria. No soy constante con el ejercicio, no lo preparo bien, como cosas que no estoy acostrumbrada a comer y no sé bien cómo calcular algunos hidratos, como demasiado, como fuera, voy a fiestas, me reúno con viejos amigos de mis tiempos viviendo en las islas, tengo cambio de horario, bebo más alcohol del debido, etc. Todo esto lleva a que mis gráficas últimamente hayan tenido más tramos rojos y amarillos de lo normal, pero también es verdad, que dentro de lo malo, cada día me he levantado en 105 y el descontrol ha sido en cierto modo controlado.

Una de las claves para dominar el caos ha sido empezar a correr de nuevo. De la semana de vacaciones que llevo, he salido cuatro días a trotar (arrastando los pies, con la lengua fuera, sudando como una veterana de Pearl Harbour...) y eso me ha ayudado mucho a mantener la línea plana de las mañanas. La verdad es que me tomó tanto tiempo aprender a manejarme bien con las carreras pre-páncreas artificial, que no me atrevo todavía a utilizar la opción del Loop de ejercicio y simplemente lo apago una hora antes de empezar y meto una basal temporal manual al 50%. Desayuno y corro justo después con mi basal normal y hacia el fin de la carrera (un poco antes de comenzar el diluvio), re-conecto el Loop para que empiece a tomar deciciones. Es entonces cuando me pongo el bolo (al 50%) de la comida que había tomado una hora antes. El sistema me ha funcionado todos los días, excepto uno en el que tuve una pequeña bajada a 70 después de la insulina de la mañana. Loop lo manejó bien, pero tomé 5 grm de hidratos para ayudarlo.
Me quedan cinco días en Hawaii y acaba de empezar a llover de nuevo. Esto no me preocupa, todo está dentro de mi bolsa de plástico y yo estoy preparándome para ir a la playa en cuanto vuelva a salir el sol. Nadie habrá visto nunca a una Pamela Anderson como ésta, lista en la orilla para rescatar a los bañistas y conectada a un Loop.

No comments:

Post a Comment